La aleación de aluminio se emplea en impulsores y componentes de ventiladores mineros cuando se prioriza peso reducido, baja inercia y buena resistencia a la corrosión en ambientes húmedos. Un rotor más liviano disminuye cargas en rodamientos, facilita arranques suaves con VFD y mejora la respuesta dinámica ante variaciones de la red, manteniendo el punto de operación dentro de la curva estable. Además, el aluminio ofrece conductividad térmica favorable, ayudando a disipar calor en servicios moderados.
La selección de aleación (serie 5xxx/6xxx u otras) considera resistencia mecánica, soldabilidad y compatibilidad química. En presencia de partículas abrasivas, se recomiendan recubrimientos antiabrasión o protectores en bordes de ataque. La geometría del impulsor debe equilibrar rigidez y masa para evitar resonancias en el rango operativo, validándose mediante balanceo dinámico de alta precisión. En temperaturas elevadas o química agresiva, puede preferirse acero inoxidable o aleaciones especiales.
El diseño asistido por CFD ajusta perfiles y holguras, reduciendo pérdidas y ruido. Las prácticas de mantenimiento contemplan inspección de uniones, control de fisuras por fatiga y verificación de espesores tras limpiezas. Con documentación de materiales, certificaciones y curvas de rendimiento, la aleación de aluminio aporta eficiencia, menor consumo y maniobrabilidad mecánica en ventilación minera.