La barrera acústica es un elemento pasivo de control de ruido que interrumpe la línea de visión entre la fuente (ventilador, descarga, sala) y los receptores, atenuando la energía sonora por reflexión y absorción. En ventilación minera, las barreras se aplican cuando la emisión aeroacústica residual o la transmisión estructural aún superan objetivos, y deben diseñarse sin penalizar la presión disponible ni obstaculizar el mantenimiento.
Su desempeño depende de altura, longitud, material y tratamiento superficial. Los paneles con núcleo absorbente y piel resistente a humedad y químicos ofrecen atenuación amplia, mientras que sellos perimetrales y ausencia de rendijas evitan fugas acústicas. La ubicación estratégica en trayectorias de propagación y la compatibilidad con silenciadores y encapsulamientos maximiza el efecto. El diseño se apoya en mapas de ruido y en la experiencia de campo para definir ángulos, distancias y anclajes adecuados.
Desde la operación, VFD permite arranques suaves y ventilación a demanda, reduciendo el tiempo a máxima emisión; la optimización con CFD en succión, toberas y difusores aborda el origen del ruido y evita depender exclusivamente de barreras. La inspección periódica verifica fijaciones, integridad del relleno, drenajes y posibles corrosiones, asegurando desempeño a largo plazo en ambientes exigentes.
Integradas en un plan acústico completo, las barreras reducen exposición sonora, mejoran la seguridad laboral y preservan la eficiencia del sistema de ventilación, manteniendo estable el punto de trabajo del ventilador.