La compra de ventiladores para ventilación minera debe trascender el precio unitario y centrarse en desempeño, confiabilidad y costo total de propiedad. El pliego técnico ha de definir caudal, presión, densidad de operación, límites de ruido, ejecución Ex si aplica, materiales anticorrosión, protección IP y requisitos de VFD. La oferta debe adjuntar curvas certificadas, protocolos de prueba y planes de calidad que garanticen que el equipo cumplirá su punto de trabajo en curva estable.
Un análisis robusto considera accesorios (toberas, difusores, silenciadores, compuertas), trazado de ductería y servicios de ingeniería (CFD, puesta en marcha, balanceo en sitio). La evaluación del precio total de propiedad incluye consumo energético, mantenimiento, repuestos críticos, tiempos de entrega y soporte posventa. La compatibilidad con el sistema de control y con el monitoreo en línea es clave para implementar mantenimiento predictivo y ventilación a demanda.
Para mitigar riesgos, conviene exigir pruebas FAT/SAT, capacitación, stock inicial de rodamientos y sellos, y acuerdos de garantía con atención prioritaria. Una compra bien especificada se traduce en seguridad, ahorro de energía y continuidad a lo largo del ciclo de vida del sistema de ventilación subterránea.