La ingeniería subterránea aplicada a ventilación integra análisis geotécnico, trazado de galerías y diseño de red de aire para garantizar seguridad y desempeño. El proceso inicia con balances de caudal y presión, definición de entradas y retornos, ubicación de ventiladores principales y de refuerzo, y dimensionamiento de ductería. Con CFD se evalúan toberas, difusores, campanas de captación y transiciones, identificando recirculaciones y pérdidas para asegurar operación en la curva estable.
La automatización incorpora VFD para arranques suaves y ventilación a demanda por presión, caudal, temperatura o gases. El plan incluye control de polvo con captación en origen y filtración, estrategias de cumplimiento acústico mediante silenciadores de baja pérdida y bases antivibratorias, y selección de materiales anticorrosión para ambientes húmedos o químicos. En atmósferas clasificadas, se especifica ejecución Ex y se verifican holguras y protecciones.
La ingeniería subterránea define además la instrumentación —presión/caudal, vibración y temperatura—, integra SCADA y establece protocolos FAT/SAT, manuales y capacitación. Con métricas claras y documentación trazable (curvas certificadas), el resultado es un sistema de ventilación seguro, eficiente y auditable que acompaña la evolución del yacimiento desde el desarrollo hasta la explotación plena.