El mantenimiento de rodamientos es determinante para la confiabilidad de los ventiladores en minería, ya que soportan cargas radiales/axiales y las condiciones ambientales suelen ser severas. Una estrategia efectiva parte de la selección adecuada (tipo, capacidad, juego interno) y de un plan de lubricación acorde a velocidad, temperatura y contaminación del entorno. La lubricación excesiva o insuficiente provoca sobrecalentamiento, purga de grasa y fallas prematuras; por ello se definen intervalos y cantidades precisas, preferiblemente con dosificadores controlados.
El monitoreo de vibraciones y temperatura identifica defectos en elementos rodantes, jaulas y pistas, además de desalineación o desbalance del impulsor. Las tendencias permiten planificar cambios antes de la falla funcional, evitando paradas imprevistas. Revisiones de sellos y protectores impiden ingreso de polvo o humedad, mientras que la inspección de anclajes, bases y alineación reduce cargas parásitas que acortan la vida del rodamiento.
En ventiladores con VFD, el arranque suave y los límites de aceleración disminuyen picos de carga. Se recomienda verificar masas y balanceo tras limpiezas o cambios de geometría en toberas/difusores para no introducir desequilibrios. La documentación incluye historial de vibración, temperatura, lubricación y fechas de intervención, con repuestos críticos disponibles. Aplicar estos criterios mantiene los rodamientos dentro de su ventana de operación y asegura vida útil máxima y caudal estable en la red minera.