La reducción de ruido en ventiladores es un objetivo clave en la ventilación minera por su impacto en el bienestar del personal, la comunicación operacional y el cumplimiento normativo. La estrategia eficaz aborda fuentes aeroacústicas y mecánicas a la vez, sin comprometer caudal ni presión. Mantener el equipo dentro de su curva estable reduce separación de flujo y pulsaciones, primeras causas del incremento sonoro.
En el frente aeroacústico, la ingeniería optimiza succión, toberas, difusores y transiciones con apoyo de CFD, suavizando gradientes y eliminando recirculaciones. Se instalan silenciadores de baja pérdida correctamente dimensionados para no penalizar la presión disponible, y se mejora la ductería con radios amplios y superficies internas lisas. En la fuente mecánica, el balanceo dinámico del impulsor, la alineación de acoplamientos y bases rígidas con amortiguación adecuada disminuyen vibración y ruido estructural.
El uso de VFD permite arranques suaves y ventilación a demanda, acortando tiempos a plena velocidad y, por ende, la energía acústica emitida. El plan se completa con encapsulamientos parciales, barreras acústicas en trayectorias críticas y rutas de mantenimiento que incluyan limpieza para evitar depósitos que alteren perfiles y eleven el ruido. La instrumentación de nivel sonoro, presión, caudal y vibración integrada a SCADA facilita validar mejoras y mantener el control.
Con un enfoque combinado de diseño y operación, la reducción de ruido mejora el confort laboral, la seguridad y la eficiencia del sistema de ventilación de mina.