La selección de ventiladores en minería exige caracterizar el proceso y la red: caudal requerido, presión total, densidad del gas (temperatura y humedad), pérdidas en ductería y accesorios, además de restricciones acústicas y de espacio. El objetivo es ubicar el punto de trabajo en la curva estable del equipo, con márgenes que eviten bombeo y proporcionen eficiencia en condiciones normales y de contingencia. Una selección rigurosa reduce consumo eléctrico, minimiza ruido y extiende la vida de rodamientos y sellos.
El método integra cálculo de pérdidas distribuidas y singulares, evaluación de CFD para entradas, toberas, difusores y transiciones, así como la verificación del número de Mach y de la velocidad crítica en el impulsor. La adopción de VFD agrega arranques suaves y ajuste fino por presión/caudal o por variables de seguridad (CO, NOx, CH₄), permitiendo ventilación a demanda y reparto de carga entre equipos en paralelo. En ambientes corrosivos o con partículas abrasivas, se especifican materiales y recubrimientos anticorrosión y blindajes.
Finalmente, se definen instrumentos de presión, caudal y vibración/temperatura con integración a SCADA para mantenimiento predictivo, junto con curvas certificadas, FAT/SAT y manuales. Con esta metodología, la selección de ventiladores equilibra eficiencia energética, seguridad y confiabilidad, garantizando desempeño sostenible en los sistemas de ventilación minera.