La solución de problemas en ventiladores mineros requiere un enfoque estructurado que priorice seguridad, diagnóstico certero y acciones de alto impacto. El objetivo es restituir caudal y presión al punto de diseño, manteniendo al equipo en su curva estable con baja vibración y ruido. Un checklist eficaz inicia verificando condiciones de red (compuertas, sellado, obstrucciones), parámetros eléctricos y variables de proceso (temperatura, densidad del aire).
Si hay pérdida de caudal o presión, se revisan toberas/difusores por suciedad o geometrías alteradas, fugas en ductos y silenciadores saturados. Una caída de rendimiento con igual consumo sugiere aumento de pérdidas; la medición de caudal y presión en puntos estratégicos delimita el tramo conflictivo. Para vibración alta, el análisis espectral distingue desbalance, desalineación, holguras y defectos en rodamientos; se aplica balanceo y alineación, se verifica rigidez de base y apriete de pernos. Niveles sonoros crecientes suelen indicar operación fuera de curva o turbulencia por transiciones abruptas.
El uso de VFD facilita pruebas controladas, arranques suaves y curvas a distintas velocidades para aislar efectos. La CFD complementa cuando persisten dudas aerodinámicas o se sospechan recirculaciones. Acciones típicas: limpieza y sellado de ductos, restitución de geometrías, ajuste de compuertas, reemplazo de rodamientos o sellos por condición, y revisión de recubrimientos anticorrosión. Documentar hallazgos, medidas y resultados en SCADA consolida el aprendizaje y evita recurrencias.
Con disciplina técnica y datos fiables, el troubleshooting reduce tiempos de paro, protege el activo y restablece la eficiencia de la ventilación minera.