El ahorro energético industrial en ventilación minera se logra combinando control inteligente, mejoras aerodinámicas y mantenimiento proactivo. La palanca principal es la implementación de VFD para arranques suaves y ventilación a demanda basada en presión, caudal, gases o ocupación, evitando la sobreventilación y su costo eléctrico asociado. La revisión de la red —transiciones, toberas, difusores, radios y sellado de ductería— elimina pérdidas innecesarias y reduce el punto de operación del ventilador, impactando directamente en kWh y demanda máxima.
La sustitución de impulsores por diseños de mayor rendimiento, el uso de silenciadores de baja pérdida y la corrección de desbalances disminuyen el ruido y mejoran la eficiencia. Un plan de instrumentación con medición de presión/caudal y monitoreo de vibración/temperatura habilita mantenimiento predictivo, evitando paradas no planificadas y pérdidas por operación fuera de la curva estable. En ambientes corrosivos, los recubrimientos de alta adherencia preservan el desempeño a lo largo del ciclo de vida.
Todo proyecto debe justificarse con un análisis de retorno de inversión (ROI) que compare situación base vs. escenario optimizado, considerando tarifa eléctrica, factor de carga, costo de falla y reducción de mantenimiento. Con documentación técnica actualizada y protocolos de prueba, el ahorro energético industrial se traduce en menor OPEX, mayor disponibilidad y cumplimiento normativo en mina subterránea.