Las minas no metálicas incluyen explotaciones de sal, fosfatos, yeso, caliza y otros minerales industriales que se extraen en grandes volúmenes para la industria química, la construcción o la agricultura. Aunque en muchas de estas minas el riesgo de gas explosivo es menor que en las minas de carbón, la ventilación sigue siendo fundamental para controlar el polvo, los gases procedentes de equipos diésel y las condiciones térmicas en galerías extensas. Los ventiladores mineros utilizados en minas no metálicas deben proporcionar un caudal de aire suficiente para mantener una atmósfera respirable y segura en todas las zonas de trabajo subterráneo.
El diseño de la ventilación en minas no metálicas se basa en una combinación de ventiladores principales instalados en superficie y ventiladores secundarios o locales ubicados en las galerías de producción. Los ventiladores axiales de gran caudal suelen utilizarse como equipos principales, mientras que ventiladores centrífugos o axiales de menor tamaño se emplean para ventilar frentes de avance, cámaras de explotación y chimeneas. La elección del tipo de ventilador depende de la longitud de las galerías, la sección de los túneles, la resistencia aerodinámica de la red y el nivel de producción previsto.
Uno de los retos característicos de las minas no metálicas es la gestión del polvo fino generado durante perforación, voladura, carga y trituración. La ventilación bien dimensionada, combinada con sistemas de captación de polvo y aspersión de agua, reduce la concentración de partículas respirables y mejora la visibilidad. Además, la circulación de aire correctamente distribuida permite evacuar gases de escape de maquinaria diésel y diluir olores o vapores asociados a algunos minerales, garantizando un entorno de trabajo más saludable y confortable para los operarios.
Para optimizar el funcionamiento de los ventiladores en minas no metálicas, es recomendable integrar sistemas de control que ajusten la velocidad de los motores según las necesidades reales de ventilación. La monitorización de caudal, presión y calidad del aire, junto con un plan de mantenimiento preventivo, ayuda a prolongar la vida útil de los ventiladores y a reducir el consumo energético. De este modo, las empresas mineras pueden cumplir los requisitos de seguridad y medio ambiente, al tiempo que mantienen una operación eficiente y competitiva en la extracción de minerales industriales.