La resistencia de ductos determina la presión que el ventilador debe superar para entregar el caudal de diseño en minería. Se compone de pérdidas distribuidas (fricción por rugosidad y longitud) y pérdidas singulares (codos, reducciones, compuertas, filtros). Un mal control de esta resistencia desplaza el punto de operación fuera de la curva estable, elevando consumo, ruido y vibración. Por ello, la ingeniería define diámetros, radios de curvatura, transiciones graduales y superficies internas adecuadas para minimizar la caída de presión.
El sellado de ductos es crítico: juntas y bridas de alta integridad evitan fugas que reducen el tiro y contaminan el ambiente laboral. Con apoyo de CFD se afinan toberas y difusores, distribuyendo velocidades y mitigando recirculaciones que generan depósitos y corrosión bajo condensados. Cuando el flujo contiene sólidos, se seleccionan recubrimientos antiabrasión y accesos de inspección para limpieza.
La medición de presión y caudal en puntos clave de la red, vinculada a SCADA, permite verificar la resistencia real e implementar mantenimiento predictivo. Ajustes de compuertas y modulación con VFD mantienen la estabilidad del sistema. Documentar con curvas certificadas y protocolos FAT/SAT garantiza una selección de ventiladores coherente con la resistencia de ductos, asegurando eficiencia y confiabilidad.