La ventilación inteligente aplica automatización y analítica de datos para optimizar el desempeño de los ventiladores en la mina. Mediante sensores de presión, caudal, temperatura y vibración, el sistema captura el estado real de la red y ajusta en tiempo real la velocidad de los equipos con VFD, manteniendo el punto de operación en la curva estable y evitando sobreventilación. Este enfoque garantiza caudales seguros en frentes activos, controla contaminantes y reduce el consumo específico de energía, incluso ante cambios de turno, densidad del aire y resistencia de ductería.
La arquitectura se apoya en IoT y plataformas SCADA para consolidar alarmas, tendencias y reportes que respaldan el mantenimiento predictivo. La correlación entre vibración y temperatura de rodamientos permite anticipar desbalance o desalineación, mientras que la lectura de presión diferencial detecta ensuciamiento de filtros y fugas. Con estas señales, las paradas se programan antes de que un evento afecte la seguridad o la disponibilidad del sistema.
En ambientes agresivos, los ventiladores incorporan recubrimientos anticorrosión, sellos de alta integridad y silenciadores de baja pérdida para cumplir normativa acústica sin penalizar la eficiencia. La ventilación inteligente documenta cada cambio de consigna y cada intervención, aportando trazabilidad y evidencia del desempeño. El resultado es una red de ventilación más segura, eficiente y gobernada por datos, capaz de sostener la continuidad operativa en minería subterránea moderna.