El ventilador local antideflagrante está diseñado para ofrecer ventilación auxiliar directamente en las zonas de trabajo donde se encuentran los mineros, como frentes de avance, galerías ciegas y cámaras de explotación. A diferencia de los ventiladores principales, que manejan grandes volúmenes de aire en la red general, el ventilador local se instala cerca de los focos de producción para suministrar aire fresco y extraer gases, polvo y humos justo donde se generan. Gracias a su construcción antideflagrante, puede operar en atmósferas con presencia de metano u otros gases inflamables sin incrementar el riesgo de explosión.
Este tipo de ventilador suele funcionar en combinación con conductos flexibles o rígidos, que dirigen el aire hacia el frente de trabajo. En las operaciones de desarrollo de galerías, excavación de chimeneas o preparación de cámaras, el ventilador local antideflagrante mantiene un flujo constante a través de los conductos, garantizando que el aire contaminado regrese a la corriente general de ventilación para su dilución y evacuación. Su caudal y presión deben dimensionarse de acuerdo con la longitud de los conductos, el diámetro, las pérdidas de carga y las condiciones de operación de cada frente.
En términos de diseño, el ventilador local antideflagrante se caracteriza por su tamaño compacto, facilidad de transporte e instalación, y su capacidad para resistir impactos, polvo y humedad. La carcasa y el impulsor se fabrican con materiales adecuados para ambientes mineros, mientras que el motor y los componentes eléctricos están protegidos conforme a los requisitos antideflagrantes aplicables. La posibilidad de montar el ventilador en diferentes orientaciones y posiciones facilita su adaptación a las características geométricas de las labores subterráneas.
El mantenimiento del ventilador local antideflagrante es fundamental para mantener la seguridad y el rendimiento del sistema de ventilación. La limpieza periódica de filtros y conductos, la inspección visual de cables y conexiones, y el control de ruido y vibraciones permiten detectar a tiempo posibles anomalías. Un programa correcto de sustitución de rodamientos y elementos de sellado reduce el riesgo de fallos que puedan afectar la ventilación del frente. En conjunto, este ventilador representa una herramienta imprescindible para garantizar condiciones de trabajo seguras y saludables en las zonas más profundas y remotas de la mina.