El ventilador resistente a la corrosión se especifica para atmósferas con humedad elevada, aerosoles salinos o presencia de químicos que degraden rápidamente los materiales convencionales. En minería y plantas de proceso, su adopción asegura larga vida útil, menor mantenimiento y estabilidad del rendimiento aerodinámico.
Las soluciones incluyen carcasas y álabes en acero inoxidable, plásticos reforzados con fibra (FRP) o aceros al carbono con recubrimientos anticorrosivos de alta adherencia y resistencia química. Se refuerzan los sellos, tornillería y superficies críticas, y se prevé protección adicional en zonas de condensación. El diseño considera puntos de drenaje, accesos de inspección y compatibilidad con variadores para ajustar el punto de operación sin comprometer la protección superficial.
La selección se apoya en la especificación del fluido (pH, temperatura, composición), el régimen de operación y la normativa aplicable. El monitoreo de vibración y temperatura habilita mantenimiento predictivo, mientras que prácticas de limpieza y pasivado prolongan la integridad del equipo. Con la combinación adecuada de materiales, recubrimientos y sellados, el ventilador ofrece desempeño confiable y coste total optimizado en entornos agresivos.