El ventilador auxiliar minero complementa a la ventilación principal aportando caudal y presión en galerías, frentes y cámaras donde la demanda es variable. Su función es acercar el aire a los puntos de consumo o extraer contaminantes en tramos con pérdidas elevadas. En líneas de baja resistencia se favorecen configuraciones axiales por su gran caudal y nivel sonoro moderado; para redes complejas y con múltiples accesorios, los centrífugos proporcionan la presión adicional necesaria para estabilizar el flujo.
El desempeño se optimiza con variadores de frecuencia (VFD), que habilitan ventilación a demanda, arranques suaves y coordinación con estaciones de refuerzo, evitando sobreventilación y reduciendo consumo. La aerodinámica —perfil de álabe, relación de cubo y difusor— se ajusta mediante CFD para ampliar la zona operativa estable, minimizar el “hump” y bajar el ruido. El uso de silenciadores, soportes antivibratorios y transiciones correctas en la ductería flexible reduce turbulencias y pérdidas.
Para ambientes agresivos, se especifican recubrimientos anticorrosión, sellos resistentes a la humedad y motores con grado de protección adecuado. La instrumentación de presión y caudal, junto con el monitoreo en línea de vibración y temperatura, habilita el mantenimiento predictivo y disminuye paradas no planificadas. Con documentación de instalación, curvas de rendimiento y pruebas de fábrica, el ventilador auxiliar minero ofrece seguridad, eficiencia y un coste de ciclo de vida competitivo.